Entonces respondió y me habló diciendo:
Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército,
ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.
¿Quién eres tú, oh gran monte? Delante de Zorobabel serás reducido a llanura[...] Zacarías 4:6-7
Estas son unas palabras que mi pastor hoy dio. Me acordé de nosotros que nuestras fuerzas andamos queriendo hacer todo y más, pero ahí esta una buena promesa y una gran verdad de Dios a nuestras vidas; debo decirte que ya he vivido eso de querer luchar y luchas con mi fuerza, con mi inteligencia y todo lo que soy, y solo empeoro las cosas. El día que por fin entendí que yo solo debo hacer lo que me toca y dejar a de entrometerme en asuntos que solo Dios puede hacer, es cuando por fin encontré la paz y todo comenzó a acomodarse.
Nosotros vemos un monte enorme frente a nosotros, que nos refleja imposibilidad y temor, pero Dios responde a ésto, que ese monte o montaña serpa reducido a nada y triunfaremos, y no por lo inteligentes que seamos o talentosos, sino porque estaremos confiados en que el acomodará todo. Ya bastante ha hecho por nosotros ¿no crees? ¿por qué dudar entonces?...
Otra cosa que aprendí gracias a un consejo que el Pastor me dio, fue que cuando estuviera muy enojada y descontrolada, en lugar de descargarme con alguien o maldecir o lo que se te ocurra, me dijo que orara así con ese coraje y desesperación a Dios, que lo dirigiera hacia hacerle frente al enemigo o al problema. Creo que es la mejor forma que hay, y no es una técnica nueva o una formula, David hacía eso, enojado, desesperado, triste y desolado el levantaba una súplica a Dios y con el se descargaba y siempre había respuesta.
Sabemos que el sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de carácter, la entereza de carácter, esperanza. Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado. Romanos 5:3-5
Y algo que yo solita aprendí: Nadie te enseñará a pelear batallas en oración hasta que tu mismo enfrentes una. Nadie te enseñará a discernir hasta que mismo comiences a vivir en Dios. nadie te enseñará a tener fe hasta que comiences a esperar en Dios.
Te pueden enseñar la teoría, pero solo Dios te dará la práctica y solo si estas dispuesto.
Estas son unas palabras que mi pastor hoy dio. Me acordé de nosotros que nuestras fuerzas andamos queriendo hacer todo y más, pero ahí esta una buena promesa y una gran verdad de Dios a nuestras vidas; debo decirte que ya he vivido eso de querer luchar y luchas con mi fuerza, con mi inteligencia y todo lo que soy, y solo empeoro las cosas. El día que por fin entendí que yo solo debo hacer lo que me toca y dejar a de entrometerme en asuntos que solo Dios puede hacer, es cuando por fin encontré la paz y todo comenzó a acomodarse.
Nosotros vemos un monte enorme frente a nosotros, que nos refleja imposibilidad y temor, pero Dios responde a ésto, que ese monte o montaña serpa reducido a nada y triunfaremos, y no por lo inteligentes que seamos o talentosos, sino porque estaremos confiados en que el acomodará todo. Ya bastante ha hecho por nosotros ¿no crees? ¿por qué dudar entonces?...
Otra cosa que aprendí gracias a un consejo que el Pastor me dio, fue que cuando estuviera muy enojada y descontrolada, en lugar de descargarme con alguien o maldecir o lo que se te ocurra, me dijo que orara así con ese coraje y desesperación a Dios, que lo dirigiera hacia hacerle frente al enemigo o al problema. Creo que es la mejor forma que hay, y no es una técnica nueva o una formula, David hacía eso, enojado, desesperado, triste y desolado el levantaba una súplica a Dios y con el se descargaba y siempre había respuesta.
Sabemos que el sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de carácter, la entereza de carácter, esperanza. Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado. Romanos 5:3-5
Y algo que yo solita aprendí: Nadie te enseñará a pelear batallas en oración hasta que tu mismo enfrentes una. Nadie te enseñará a discernir hasta que mismo comiences a vivir en Dios. nadie te enseñará a tener fe hasta que comiences a esperar en Dios.
Te pueden enseñar la teoría, pero solo Dios te dará la práctica y solo si estas dispuesto.
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