El tiempo, amigo y a veces enemigo del ser humano, el que da los grandes pesares y las grandes alegrías.
El tiempo dura un instante, aparentemente lo puedes contar pero no lo puedes controlar.
En nuestra vida pasamos deseando cosas, deseando que el tiempo vuele y llegue la fecha que tanto anhelamos, el ser humano quiere vivir los instantes de alegría cada día y hasta hoy no ha aprendido a esperar como es debido. No ha aprendido a disfrutar el momento, una persona, un sabor, un olor. Vive a contratiempo, vive persiguiendo esa hora que parece lejana.
El tiempo ha sido la inspiración de muchos y la depresión de otros muchos, ¿cuándo aprenderemos a disfrutar y saborear cada segundo de nuestras vidas?
La misma pregunta me hice yo cuando me vi sufriendo por el tiempo, cuando me vi atrapada en su juego de desesperanza, intenté ganarle y no pude, la tristeza se apoderó de mi alma.
En ese momento tocas fondo y ves que tus fuerzas son inútiles, por más que llores y patalees nada cambiará y seguirás en el mismo instante que hace 1 minuto.
Por más que hoy diga que aprendí la lección y no volveré a intentar jugar a contratiempo, sé que no será así.
Si algo puedo decirles es que disfruten lo que tienen, y lo que no tienen en su tiempo perfecto llegará, no fuercen las cosas porque el objetivo se alejará más o saldrá todo mal.
Aquí les dejo el versículo por excelencia sobre el tiempo en la Biblia, la Palabra de Dios, no existe mejor consejo, pues es la única palabra VIVA.
Todo tiene su tiempo - Eclesiastes
3 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
2 Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;
3 tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar;
4 tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar;
5 tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar,
y tiempo de abstenerse de abrazar;
6 tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar;
7 tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar;
8 tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.
9 ¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana?
10 Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él.
11 Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.
12 Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida;
13 y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor.
14 He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres.
15 Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó.
Eclesiastés 7:10
Nunca digas: ¿Cuál es la causa de que los tiempos pasados fueron mejores que estos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría.
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